De Buenas a Primeras Parte 1

Quedaban 17 horas para que el avión llegara – no llegara.


Pero miraste el reloj otra vez y ya quedaban tres.


Qué extraño, pensó Manuel entre libros y guías de Hobbes, el tiempo pasó volando.


Pero no, era solo que estabas distraído. Era demasiado tiempo sin haber tenido mayor interacción con Martín – cuatro años por los cuales solo chateaban, se mandaban fotos por MSN o FB. Pero desde la última llamada que habí---


"Loco, tené tu casa preparada que me voy a estudiar allá!"


--as tenido con él, el tiempo se había pasado más rápido de lo común.


Aunque pensándolo bien, pudieron haber sido todas esas A que le pedían hacer. Condenado Martín, se le ocurría llegar justo en la época cuando más le exigían!


Inhala profundo, exhala.


Prende tu MP3 – porque el Ipod te lo robaron, ponte tus audífonos. Arréglate el abrigo negro, y sal a esperarlo.


Pues de seguro al muy wea se le termina olvidando el cómo llegar a tu casa. Y ni siquiera vives en la misma *risas*


Y… tampoco podías cometer el error de no irlo a recibir. Era el único que llegaba a Chile de su familia – según lo que dijo, y tú lo sabes. Su instinto de buen anfitrión te decía que no podía cometer ese error.


… Mientras tu corazón le decía lo mismo.



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Santiago en Junio es asquerosamente helado y gris. Nada de interesante es posible verse en un cielo tan lleno de quién sabe si son nubes o smog. Y tan gris el cielo esta que Manuel ni reconoce que hora es. Bah, que lata sacar el celular del bolsillo del abrigo.

Cuando finalmente se da la gana de hacerlo, ve que ya solo queda una hora y media. Y cinco más para que le toque entregar ese puto informe que lo atacó todo el mes.

Taxi de mierda adelanta al camión de delante una vez por todas…



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"Aló ¿Manuel? ¿Llegó ya el Martín?"

"Fran'co, hola wn! No, su avión se retrasó, no se que wea con turbulencias y wea… y aquí estoy, sentao esperándolo poh."

"Y le vas a hacer algo? Un asado, algo pa la bienvenida? Si quieres voy para allá y te ayudo pana."

"Nah, si voy a dejar al Martu al dep y parto rajao a la u."

"Ah, con mayor razón parto para allá. Imagínate si llega cansado de noseendondechucha vivía y tu no lo ayudas a bajar las cosas…"

"Wn nunca tan desconsiderao *risas* pero dale, si querí ir ve no mah."

"Bien pana, nos vemos mas rato."


TUUT
TUUT


La gente en el aeropuerto caminaba apurada, entrando a puertas, saliendo de otras.


El cielo fuera de las ventanas no parecía despejarse nunca.


Y Manuel, perdido más que nunca en su mente, pensaba en que haría si viera al chico que hace tanto tiempo había logrado sacar algo de su corazón. Algo duro, fuerte, una sensación tan bonita que no había logrado sentir en todas esas llamadas, en todas esas conversaciones por Facebook.


Y de mirar el cielo, se quedó mirando la alfombra roja del lugar. Aún sentado en su incómoda silla, aún con los audífonos puestos, medianamente descompuesto.


Quizá… sería mejor empezar de nuevo? Seguían siendo cuatro años sin tocarlo, sin darle un abrazo de machos, sin wearlo como siempre.


… Aunque lo mejor de seguro era no pensar en ello. Solo levantarse, darse la mano, un buen abrazo de bienvenida.


Y mira tú que en el momento que dejó de pensar los parlantes anunciaron el descenso del avión España-LA-Sâo Paulo- Buenos Aires- Santiago.


Suertudo.



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"… Debí haberme hecho un cartón de llegada. Dónde estará este weón?" – Gruñó Manuel, ya chato entre tanto turista. Todos llegaban con cara de weones, mirando pa toas partes.


Aunque sabía que eran sus nervios. De alguna manera. Su reciente dolor de cabeza y sus músculos mágicamente agarrotados se lo decían.


Oh, por la cresta.


…
"Manuel!!"



Oh, POR LA CRESTA.



"Manu, hijo de puta, tanto tieeeempo!!!" – y de un segundo a otro, fue abrazado por su querido ex compañero, de quién debía admitir…


Odiaba verlo tan alto. No se veía tanto en fotos.


"Si… hola weon… deja de apretarme tanto mierda."


"Sos re chiquito, Manu! Tu tía no te dio de comer?"


"No es mi culpa que en mi familia todos seamos bajitos, wn! Y salúdame como los hombres, por la cresta!" – le tendió su mano, enguantada.



He aquí que entre que algo sucediera, pasaron unos cuantos segundos. Martín mirando a su amigo a la cara con una expresión impasible en el rostro, y con Manuel esbozando una sonrisa ruda, tal como siempre.


Ambos mirándose el uno al otro, solo que ésta vez tan cerca como antiguamente lo fue.


Y a fin de cuentas, Martín apartó la mano estrechada con su cuerpo, uniendo sus labios en un ligero y efímero beso – y luego un nuevo abrazo - que bastó para ponerle todos los pelos de punta al chileno.


"No vengas con estupideces ahora, Manu. Vos sabés cuanto te extrañé tarado." – lo sintió suspirar.


"Martu…"


…


"Wn viniste de verano te vai a recagar de frío afuera."


"PFFFFFFFFT!!! AHAHAHAHAHAHAHAHH!!!"


Y ambos supieron que ya no había necesidad de tanto nerviosismo.


"Vámono apurando mierda que estoy atrasao."